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¿Sabías que las emociones tienes tres dimensiones que te pueden ayudar a regularlas? Se trata de la dimensión neurofisiológica; comportamemntal y cognitiva.

Te lo explico de la siguiente manera. Te enojas por algo o con alguien y tu cuerpo se pone tenso, la sangre sube a tu cara e incluso puedes ponerte roja/o; puede que entonces tu rostro cambie, tus cejas se bajen, tus labios estén más finos y las aletas de tu nariz se hinchen; cognitivamente te das cuenta que estás enojada/o y racionalizas tu estado emocional.

¿Cómo podemos regular entonces las emociones? Tomando consciencia y entrenándote para que tengas una nueva disposición ante lo que estás sintiendo.

Te invito entonces a:


Mover tu cuerpo. Nuestras emociones ya lo has visto pasan y generan cambios en el cuerpo, si te pones tensa/o, muévete para relajar tus músculos esto te ayudará además a cambiar tu estado.


Controlar tu respiración. Cuando te enfadas tu corazón late más rápido y tu respiración se altera. Has respiraciones largas y profundas para no dejarte atrapar por esa emoción que puede traer consecuencias que no esperas.


Ponle nombre a lo que estás sintiendo y acéptalo. Tod@s teenemos derecho a enojarnos, más podemos elegir hasta dónde llegar.


Detente y observa desde dónde estás viviendo esa emoción que sientes. ¿Hay un valor importante para ti que se ha visto trastocado? ¿o quizás una expectativa que no ha sido cubierta?. Ahora que sabes lo que te pasa y por qué, puedes comprenderte mejor e incluso comunicarlo.


No estamos destinados a vivir atrapados por nuestras emociones, sobre todo las desagradables, es más NO SOMOS esa emoción, cuando descubrí esto me sentí muy liberada. Podemos entonces entrenarnos para tomar consciencia de lo que nos está pasando y hacer algo para regular nuestra tristeza, enfado o miedo, con el fin de que no se vuelvan en contra nuestro.


Espero que este post te ayuda a conocer un poco más de ti, de tus emociones, de las de los demás y te entrenes para que definitivamente las EMOCIONES JUEGUEN A TU FAVOR.